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Caído del cielo

Lara Lebeck y Caryn Lerner 15 de Septiembre de 2020

Para muchos, Australia es el cielo en la tierra. De norte a sur, el continente ofrece paisajes diversos e impresionantes, selvas tropicales exuberantes en el noreste que se transforman en cadenas montañosas majestuosas en el sur del país. La belleza natural combinada con su carácter cosmopolita es sin duda una de las razones por la que 26 millones de personas consideran que esta tierra es su hogar y que millones más deciden visitarla cada año.

“La única forma de describir esos días es que se abrieron las puertas del infierno”, recuerda Brendon O'Connor, capitán de los bomberos de la Brigada de Balmoral.

Pero en el centro del sexto país más grande del mundo en área, se encuentra el desierto. Un desierto que en los últimos meses de 2019 convirtió el cielo en infierno. “La única forma de describir esos días es que se abrieron las puertas del infierno”, recuerda Brendon O'Connor, capitán de los bomberos de la Brigada de Balmoral.

Los australianos no son ajenos a los incendios forestales y de matorrales. La sequía y los fuertes vientos de los meses de verano por lo general aumentan el riesgo de incendios en el país, lo que pone en alerta máxima a quienes viven cerca. En los últimos meses de 2019, que ahora se recuerda como el verano negro, los australianos trabajaron frenéticamente para salvar sus propiedades de las voraces llamas, hasta que tuvieron que abandonar sus esfuerzos para huir al mar y salvar sus vidas.

los australianos trabajaron frenéticamente para salvar sus propiedades de las voraces llamas

Con más de 18 millones de hectáreas arrasadas por los grandes incendios, miles de personas perdieron su hogar y casi mil millones de animales perdieron la vida.

Australia quedará marcada por el verano negro durante décadas.

“Donde hay necesidad, hay un León”
La necesidad era inmediata. Mientras el humo llenaba el cielo en Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia del Sur de noviembre a enero, los Leones se movilizaron rápidamente, preparando comidas para los socorristas que luchaban contra las llamas y tratando a los heridos. Los Leones también reunieron y distribuyeron alimentos y otros artículos de emergencia y organizaron eventos para recaudar fondos para las víctimas de los incendios.

Para ampliar exponencialmente su impacto, los Leones solicitaron el apoyo de su fundación, la Fundación Lions Clubs International (LCIF), y sacaron partido de una subvención de LCIF de ayuda en casos de desastre de 103.000 dólares para restaurar la infraestructura hidráulica en el Distrito 202-N1, donde muchas familias utilizan tanques de superficie para almacenar el agua potable. “El calor de las llamas de los incendios derritieron los tanques, dejando a las familias sin agua potable”, explicaba un bombero local. Con la subvención de LCIF, los Leones compraron e instalaron tanques nuevos para que las familias volvieran a tener acceso a agua potable, que es un recurso vital.

LCIF concedió además más de 200.000 USD en fondos para catástrofes mayores, que se utilizaron para apoyar los esfuerzos de ayuda de emergencia y empezar el proceso de reconstrucción en las zonas más afectadas de Australia.

Dar esperanza
A raíz de los incendios, la Presidenta de LCIF, Gudrun Yngvadottir, y el Expresidente Internacional Barry Palmer, nativo y residente permanente de Australia, visitaron Balmoral, una de las áreas más afectadas. Se reunieron con los vecinos de lugar que tenían ante sí la abrumadora tarea de reconstruir sus viviendas, sus medios de subsistencia y sus vidas. “LCIF: Crear esperanza a resultas de los incendios forestales en Australia”, el nuevo vídeo de LCIF, captura la emoción a flor de piel y la inimaginable devastación.

Recuperación durante la pandemia
La pandemia del coronavirus (COVID-19) ha planteado desafíos importantes a los esfuerzos de recuperación en Australia. El gobierno se vio obligado a dar un giro y centrarse en la necesidad más inmediata: contener la propagación del virus. Muchas áreas afectadas por los incendios se quedaron atrás. Muchos siguen luchando económica y emocionalmente.

Sin embargo, hay esperanza. Los Leones fueron de los primeros en llegar a auxiliar a los más afectados del verano negro, y todavía están allí. Con oportunidades de subvenciones como las Subvenciones de Impacto en la Comunidad para Distritos y Clubes, LCIF también está allí, ayudando a los Leones a reconstruir el cielo en la tierra.

Todos los años, el cielo en la tierra de millones queda devastado por incendios, inundaciones, vendavales y otros desastres naturales catastróficos. ¿Está listo para ayudar? lionsclubs.org/donate


Lara Lebeck es especialista en comunicaciones y mercadotecnia de la Fundación Lions Clubs International. Caryn Lerner es la especialista principal en contenido de la Fundación Lions Clubs International.